Islandia, mucho más que hielo.

Islandia, esa tierra del hielo que todos alguna vez hemos escuchado y que siempre ha llamado la atención por su lejanía, auroras boreales o por el simple hecho de parecer de otro mundo.

Pues por estos motivos y por muchos otros, Islandia fue el destino nº8 de mi estancia en Polonia. Y es que tener la libertad de poder viajar cualquier día de la semana y desde 4 aeropuertos, muy cercanos, con vuelo directo a la tierra del hielo, hicieron que el viaje, como se dice ahora, saliera del chat.

La ciudad elegida para volar fue Poznan, a tan poco más de una hora de casa y con los precios de vuelo ida y vuelta a menos de 100€ por persona. Allí nos plantamos en el aeropuerto de Poznan, con una nevada que nos sirvió para hacernos una idea de lo que nos encontraríamos en cuestión de tres horas y media que tarda el vuelo desde suelo polaco hasta la isla del Atlántico Norte.

Como dije antes, la nieve y el hielo nos acompañó desde que pudimos divisar la isla hasta que llegamos a su aeropuerto internacional de Keflavík, que no Reikiavik. Mantos de nieve por doquier, hielo que se intuía a cientos de pies de altura y nubes que parecían traer mucho más frio y hielo a nuestro viaje, y eso que ya era abril!!

Pero lejos de ese helado presentimiento, fue todo lo contrario y es que Islandia, si es la tierra del hielo pero no todo el año. Y es que viajar en abril nos hizo poder disfutar de una Islandia llena de elementos naturales más allá del frío y hielo. Poder disfrutar de sus cascadas con toda la fuerza del deshielo, su campos verdes gracias al sol de la primavera, sus cráteres volcánicos al descubierto y sus senderos sin necesidad de llevar crampones, nos hizo disfrutar de una isla mucho más completa, divertida y real.

La gente siemre piensa en llegar a la tierra de las auroras boreales con el fin de ver esos increíbles dibujos verdes que pinta la naturaleza en los cielos helados, pero creedme cuando os digo que disfrutar de este rincón en meses más calidos es la mejor forma de conocer al cien por cien toda la naturaleza que esta bella isla tiene para ofrecernos. Además, siempre y cuando no viajes en verano hay probabilidad de ver esas mágicas luces verdes, pero por si lo contrario quieres asegurar verlas en meses frío OKAY, las verás casi por seguro pero te perderás todo lo que ofrece esta isla en primavera y con un sol que no se pone a las una de la tarde.